Boca de Uchire

Playa en Boca de Uchire

Aprovechando la visita fraternal de mi hermano Johnny; el canadiense tropical; nos dispusimos a rebosarlo de sol, brisar y mar. El destino: El istmo de Boca de Uchire; una extensión kilométrica de playa, arena, cocoteros y brisa; con un horizonte ininterrumpido de azules de cielo y mar.

Su mayor atractivo es la abundancia de todo lo natural; incluyendo el sol y una que otra escultura natural y cinética de madera y espuma. La costa más próxima es de un tibio marrón. A los pocos metros se dibujan los verdes y azules. El oleaje es continuo, superficial e inocuo; y la profundidad progresiva. Apta para todo público.

Escultura en la playa

Escultura en la playa

Escultura en la playa

Llegamos a una linda posada, ubicada en un vecindario lleno de arquitectura colorida y sonora: Aguamiel, Azúcar Morena, Bekzabel y Namasté. La atención es muy personal y complaciente; con todas las comodidades. Aire acondicionado, agua caliente… y un buen colchón. El desayuno es criollito. Arepas extensas y milimétricas, cazón esmenuzadito con su toque de ají dulce, caraotas y natas. La cena tiene aires cariocas. Pescado con un aceite de palma exógena y coco, un arrocito blanquito, plátano dulce; y quesillo.

Casas en la zona

La playa está a distancia a pie. Basta pasar por un Arco de Triunfo de vivaces trinitarias para colmarse. Uno es atendido en churuatas de palma… con bebidas…. y hasta un taquito de almuerzo: pan pita, tomate y mozzarella derretido. Degustamos caipiriñas y caipiCoco; y nosotros fuimos los artífices del Mojo. Lo aromatizamos con yerbabuen… y por supuesto ron blanco.

Lisbeth… de la Sabana de Uchire; vive en Clarines y atiende en la Boca… en el Istmo Caribe; frente a la Mar. Se viste de un blanco vaporoso. Su tez es morena agua miel, y su rostro lo domina una sonrisa perlada. Sus manos son benditas. Su quiosco está a pocos metros de donde rompen las olas. La música no es electrónica; es de brisa y del rompiente; solo interrumpido por “graznidos” de aves marinas. De los pies a la cabeza, de la cabeza a los pies; vuelta y vuelta. Es parte del EQUIPO y su especialidad los masajes relajantes. A pesar de ser un vicioso; nunca había sentido un masaje de lóbulos. El de abdomen me movió cada cuaDROTE…

Lisbeth inspirada

Nos despedimos saboreando La laguna y el Istmo desde tierra firme; entre la abundancia del Pabellón Margariteño y los calamares rebosados.

Pabellón Margariteño

Hermosa vista de la Laguna

Ricos Calamares

Volveremos por el Paseo de Observación de Aves, para cruzar el Istmo entre mar y laguna desde Boca de Uchire hasta el Hatillo y para recargar las celdas de mar y sol.

Relato y fotos de Gerardo Antoni (gAt)