Paraíso

Cachimbo - Piedra del Indio

Vista a la cota mil

La subida al Ávila por Cachimbo es una de las más interesantes. Es mucho menos conocida que Sabas Nieves o La Julia, pero tiene muchos encantos. Es más larga (de 2 o 3 veces más que Sabas Nieves), menos concurrida y llega más alto, y por ende una linda vista.

El camino es sombreado, prácticamente en toda su extensión. La subida por momentos es suave, pero en general es bastante fuerte. Como a la tercera parte del camino, hay un grifo de agua y más arriba un tanque de agua. Esta es la última toma hasta llegar a El Paraíso y no hay ninguna más subiendo hacia arriba.

En cada esquina del camino se divisa la ciudad o el resto de la montaña.

Las hierbas rojas que en una época del año le dan un color muy especial al Ávila

Mirando hacia el este se ve la ladera que conduce al pico Naiguatá

De pronto, se termina el camino bajo los árboles y se divisa la "Piedra del Indio", en medio de una ladera muy escarpada.

La piedra del indio

Para llegar a la piedra del indio hay que seguir subiendo un poco, pero la meta estando tan cerca, las energías sobran. El camino pasa por arriba de la piedra, por lo cual para llegar a ella se debe bajar un poco. Es el lugar ideal para descansar y admirar la ciudad a los pies, a 1600 metros de altura.

Carpa en la piedra del indio. Detrás se observa el estribo de Duarte y al fondo el este de Caracas

Abajo a la izquierda, la carpa en la piedra del indio. El montículo que se observa es el fin del camino de árboles

Muy pronto el camino se divide: Hacia arriba el Pico Oriental, siguiendo hacia el este, El Paraíso.

El Paraíso

Una de las cosas que más sorprende al excursionista es el cambio de vegetación que se experimenta cuando se va a la quebrada de Los Chorros (Tocomé), en el lugar conocido como "El Paraíso". En efecto, se pasa de una vegetación sin árboles, a una selva profunda.

Los primeros árboles que anuncian el cambio de vegetación

La selva profunda que conduce hasta la quebrada Tocomé

Cuando se llega a la selva, comienza el descenso, el cual dura aproximadamente media hora. Es un camino hermosísimo.

La quebrada Tocomé, también conocida como Los Chorros

Finalmente, se llega a la quebrada de Tocomé en el lugar llamado Paraíso. Para muchos conocedores del Ávila, este es uno de los lugares más bellos. Uno se puede bañar en la quebrada, aunque el agua es bastante fría. Hay dos o tres pozos en donde también se puede saltar.

Eucalipto gigante

Cascada

Seguimos nuestro camino hacia el este, buscando la salida del Ávila por el estribo de Duarte. Por este lado la vegetación es un poco menos tupida. Los claros en los árboles permiten una linda vista del pico Oriental.

El pico oriental

Al poco tiempo, termina la selva y se aprecia, nuevamente, una linda vista del este de Caracas. Se está llegando al Estribo de Duarte.

Estribo de Duarte

El estribo de Duarte es uno de las subidas del Ávila más duras y quizás menos agradables, por lo empinada y por carecer de árboles. La vegetación es de tipo gramíneo y probalbemente es por eso que lamentablemente, este es uno de los lugares que más sufre incendios en la época de sequía.

Subida empinada y sin árboles, al fondo el pico Oriental

Vista a la cota Mil, y del viaducto de Los Chorros

El puesto de Guardaparques es uno de los más bellos, quizás con la excepción del de Los Venados. Tiene varias chozas en las cuales se pueden hacer reuniones.

Terminamos aquí nuestro paseo, regresando a la ciudad. Cuando volteamos la mirada, vemos la casa del Guardaparques y el pico Oriental.

Guardaparques y Pico Oriental